Kumarakom Lake Resort

India, Kumarakom. 19 de febrero 2020. Post 23 

En este tour por el Sur de India, hasta el momento habíamos tenido la oportunidad de visitar 6 hoteles, todos muy diferentes, todos muy especiales. Habíamos disfrutado de hermosas cabañas rústicas en Tiruvannamalai, luego de una mansión de época en Puducherry, del encanto de los hoteles en Tanjore y en Madurai y de la experiencia de pasar la noche en medio de la montaña en Thekkady. La experiencia que nos estaba prometiendo Kumarakom era el broche de oro.

Llegamos un poco antes del mediodía y las habitaciones no estaban listas. Era el momento perfecto para hacer las reservaciones de los tratamientos en el Spa, los cuales prometían ser maravillosos. Ese fue el único momento durante el viaje donde hubo un poquitico de tensión… todo el mundo quería la atención de la señorita que estaba haciendo las citas. 

Me senté a esperar y a disfrutar del paisaje y cuando llegó mi turno hice mi primera reserva para esa misma tarde. Me iba a perder un paseo por el lago al atardecer, lo dejé para hacerlo al día siguiente. Quería aprovechar los dos días que íbamos a estar en Kumarakom para hacerme un tratamiento cada día. 

Pronto fue la hora de almuerzo y desde la recepción nos fuimos directo al restaurante. A pesar de que el resort era bastante extenso, el restaurante nos quedó muy cerca de donde estábamos. Caminamos por un largo pasillo, a la derecha había oficinas del hotel con hermosas puertas y a la izquierda una bella balaustrada de madera que nos separaba de los jardines y más allá el lago. 

Los grandes techos me encantaban, daban al mismo tiempo una sensación de amplitud y de cobijo. Las vigas eran largas y adornadas y por dentro, el techo estaba forrado con baldosas de cerámica cruda adornada con diseños geométricos. 

Almuerzo 

La entrada al restaurante estaba ubicada en un extremo del buffet y enseguida noté una mesa ubicada en el centro y que tenía dispuestos en una especie de cuarto de pirámide varios recipientes redondos con tapa. Me acerqué y pude ver que se trataba de una variedad de pickles o encurtidos. El resto de los mesones del buffet ofrecía una inmensa variedad de comida vegetariana. Ubicamos nuestra mesa y nos dispusimos a disfrutar de otra aventura gastronómica. 

Cuando llegó la hora de los postres nos esperaba una sorpresa muy original. Parte de los postres estaban ubicados dentro de unas grandes neveras horizontales y allí, adornando y complementando los espacios, nos encontramos con un dibujo de una mujer hecho con chocolate sobre un plato blanco. 

REtrato en chocolate. Kumarakom Resort. Kerala

Probé una variedad de postres, un trocito de cada uno, el ganador fue un helado de cardamón digno de repetirse y eso hice. 

Chai

Durante todo el viaje había visto a mis compañeras ordenar el Masala Chai mientras yo pedía mi café. Las veía disfrutar el té, repetir y comparar gustos y preferencias. Lo he probado un par de veces, Laura me lo trajo de Kenya. Lo encontré muy interesante, aromático, rico en sabores pero se prepara con leche y generosas cantidades de azúcar. Yo prefiero un expreso…

SI bien es cierto que venden la mezcla Masala Chai listo, estoy segura de que los Chai que disfrutaban mis compañeras de viaje eran preparados de la manera original y posiblemente por eso los apreciaban tanto. Investigué un poco y esto es lo que aprendí

LO QUE APRENDI: El Masala Chai es una manera muy especial de preparar el té. Los ingredientes básicos son té negro, leche, azúcar y especias. La combinación de las especias es lo que lo hace algo especial, las más comunes son cardamón, jengibre, clavos, canela y pimienta.

Esta es la receta para preparar el Chai Masala:

  • 2 tazas de leche
  • 2 tazas de agua
  • 4 clavos de especia
  • 2 semillas de cardamón verdes trituradas
  • 2 granos de pimienta triturados
  • 1 ramita de canela
  • Un trozo de jengibre de 1 centímetro (pelado y rallado)
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 2 cucharadas de hojas de té negro

En una olla mediana se combina la leche, el agua y las especias. Se cocina a fuego medio por 10 minutos moviéndolo de vez en cuando.

Se añade el azúcar y las hojas de té. Se mezcla y se cocina a fuego bajo por 5 minutos. Se cuela y se sirve en vasos o tazas. 

Después de esta explicación resulta obvio que la experiencia de disfrutar de una taza de Chai es muy diferente a la de tomar una taza de té común y vale la pena invertir tiempo disfrutándolo. Recientemente el Chai se ha convertido en una bebida muy popular alrededor del mundo, incluso las grandes cadenas de café y té ofrecen chai.

Habitación

Terminamos de almorzar y pasamos por la recepción a buscar nuestras llaves, las habitaciones estaban listas. Nos acompañaron a las habitaciones, unas cabañas hermosas distribuidas por los jardines. Roger nos había dicho que algunas íbamos a encontrar una sorpresa en la habitación. Después verificamos y la sorpresas la encontramos todas, las duchas eran al aire libre.

Puerta de entrada a mi habitación. Kumarakom Lake resort. Kerala

Pero antes de llegar a la ducha, primero la llegada. Luego de una circunvalación por el jardín, y siguiendo en la dirección a mi habitación apareció una piscina. Mi habitación quedaba justo allí, a la mano derecha. La puerta era espectacular, de madera robusta y con una cerradura muy original. Al entrar, de nuevo los techos llamaron mi atención, y también la decoración sobre la cama.

Ya mis maletas estaban en la habitación así que me dediqué a sacar la ropa, poner un poco de orden y descansar. Al rato pude escuchar a algunas de mis compañeras de viaje conversando en la piscina. Estuve largo rato debatiendo si me iba a la piscina o me quedaba descansando y antes de decidir me quedé dormida. 

Me desperté, y salí a caminar por los jardines, a conocer el resort. La tarde estaba muy bonita, soplaba una brisa muy agradable. En mi caminata encontré a otros huéspedes disfrutando, desde la cafetería en el jardín, del espectáculo del sol del atardecer reflejado sobre el lago. El barco que llevaba a la gente a disfrutar de un paseo por el lago, mientras contemplaban el atardecer, ya había partido. 

En la cafetería del jardín. Kumarakom. Kerala.
Los colores del atardecer. Kumarakom Resort. Kerala. India
Spa de Kumarakom Resort. Kerala

Disfruté muchísimo fijándome en cómo iba cambiando la luz a esa hora y cómo se reflejaba en los detalles, en las edificaciones, en los árboles. Poco a poco me fui acercando al Spa. En la entrada había una especie de candelabro de piedra como de 2 metros de alto. A lo largo de un eje tenía distribuidos 7 especie de cestas también de piedra, con orificios en el borde y donde me imagino se coloca aceite para encenderlo. Me imaginé que debía ser un espectáculo una vez encendidas todas las pequeñas lámparas. Un poco más adelante había un par de cuencos, también de piedra negra, cada uno con un hermoso arreglo de hojas y flores.

Candelabro de piedra a la entrada del Spa. Kumarakom Resort. Kerala.
A la entrada del Spa. Kumarakom Resort. Kerala

Subí unos pocos escalones y ya estaba en el Spa. Era temprano para mi cita pero tenía la ilusión de poder hablar con un doctor para consultarle sobre mi rodilla izquierda. Sobre esa rodilla me había caído y a pesar de la terapia y de que habían pasado casi 4 meses, me seguía molestado. Enseguida me atendió una doctora, me hizo una serie de preguntas y me recetó un par de remedios ayurvédicos. Misión cumplida, estaba contenta y esperanzada. 

Pronto fue el momento de mi tratamiento. Mi único comentario al respecto, maravilloso. Al salir hice cita para el día siguiente.  

En parte caminando, en parte flotando regresé a mi habitación para prepararme para la cena. Me di mi primera ducha al aire libre y fue una experiencia muy agradable. Me imaginé que el clima en Kumarakom es una maravilla durante todo el año, no hay plan B para bañarse. Antes de cenar nos reunimos para meditar en un salón ubicado en el segundo piso del edificio de recepción. Otra maravillosa meditación guiada por Roger.

Bajamos y nos dirigimos al restaurante y esa noche disfrutamos de una cena llena de sorpresas. Ya habíamos empezado a cenar cuando apareció Claudia luciendo un sari espectacular. No le quedó más remedio que posar para nuestras cámaras y lo hizo cual modelo. Me contó Aura, mamá de Claudia, que ese sari era suyo y que lo había usado en un viaje anterior a la India, en esa oportunidad con Deepak. Y me quedé pensando y soñando con esa posibilidad…

Claudia luciendo un hermoso sari. Kumarakom Resort. Kerala

En la sección de postres del buffet, alguien del departamento de pastelería volvió a regalarnos con su arte. Al igual que al mediodía había un retrato realizado con hilos de chocolate, esta vez de un hombre. A esto se unió una escultura de una cabeza realizada en mantequilla. A esta última no se cual adjetivo aplicarle, así que lo dejo sin comentario. 

La segunda sorpresa de la noche fue el cumpleaños de Basílica. La cumpleañera nos brindó champagne y Mallika ordenó una torta para la ocasión.  Brindamos, celebramos y cantamos cumpleaños, varias veces.  Primero fue el tradicional e internacional “Happy Birthday to you….”, luego Nieves y Cecilia, que son mexicanas, empezaron con Las Mañanitas y yo las acompañé. Me preguntaron por el cumpleaños en Venezuela y les advertí que era largo, toda una canción. Insistieron y por Grecia debe andar una versión de “Ay que noche tan preciooooosaaa” cantado por Claudia, Aura y yo. 

Feliz Cumpleaños, Basilica. Kumarakom Resort. Kerala

Hacia el final de la cena tuvimos otra sorpresa, danza clásica de la India. En esta oportunidad era solo una bailarina. El espectáculo fue mucho mas corto que el que habíamos disfrutado en Thekkady, pero fue igualmente interesante; las expresiones del rostro de la bailarina fueron mucho mas exageradas, lo que para mi resultó divertido. 

Había sido un día largo, estaba cansada y al mismo tiempo relajada, gracias al masaje. Me imagino que lo mismo les pasaba a quienes habían hecho el paseo en el bote. Conversé un ratico mas, admiré nuevamente el sari de Claudia, le deseé felicidad a Basílica y me fui a mi cuarto. El programa de la mañana empezaba temprano, un paseo por las Backwaters que me tenía muy intrigada.

Danza Clásica de la India. Kumarakom Resort. Kerala

Me fui a dormir con un sentimiento un poco extraño, no puedo decir que era tristeza, imposible con una experiencia tan positiva en todos los sentidos. Creo que simplemente lamentaba que el viaje ya estaba a punto de terminar. Todo había sido tan interesante, tan agradable, había conocido tantas cosas, había empezado a enterarme de otras y se había despertado en mi una curiosidad llena de un entusiasmo que me encantaba. Y así me quedé dormida, en medio de un silencio delicioso y recitando una larga lista de agradecimientos. 

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