Los campos de té de Kerala

India. De Thekkady a Kumaracom. 19 de febrero de 2020. Post 22

Amaneció un nuevo día en Thekkady y para mi empezó de una manera maravillosa. Había dormido súper relajada después del tratamiento ayurvédico de la noche anterior. Feliz me preparé para la nueva aventura que nos tenían preparada y antes de salir a la meditación, dejé listas las maletas; nos íbamos después de desayunar. 

Al regresar de la meditación, caminé más despacio que en las ocasiones anteriores. Quería seguir disfrutando de la calma y serenidad que habíamos creado, quería también observar con más atención la variedad de plantas y flores que adornaban la vereda por donde caminábamos rumbo al restaurant. Eran realmente hermosas y exuberantes.

Nos regalaron Murivenna, un remedio ayurvédico muy efectivo

Desayunamos y luego pasamos un rato en el lobby mientras pagábamos los tratamientos y esperábamos a que montaran las maletas. Estando allí, los anfitriones del hotel nos sorprendieron con un regalo. Una cajita que por fuera decía, “GOD´S OWN OIL”, El Propio Aceite de Dios. Después de entregarle su regalo a cada una de las señoras del grupo, la señorita procedió a explicarnos que se trataba de una medicina ayurvédica conocida como Murivenna. Por lo que nos dijo de sus propiedades, pudimos justificar el nombre en el empaque.

LO QUE APRENDI: El aceite Murivenna es un remedio ayurvédico muy efectivo y se usa tanto externa como internamente. Se prepara sobre la base de aceite de coco y con un grupo de hierbas. Se usa en enfermedades de la piel, cortes, heridas y úlceras. Promueve la curación de heridas viejas y nuevas y es muy efectivo aliviando dolor y disminuyendo la inflamación asociada con la artritis, torceduras y fracturas.

Abrí mi regalito, lo olí y el aroma resultó muy suave, apenas se sentía el coco. Le agradecimos el detalle y seguimos esperando un rato mas. Durante ese tiempo aproveché de preguntar quien era el santo cuyo retrato colgaba en la recepción junto a una imagen del Jesús de la Misericordia y San Jorge y el Dragón. 

Estas imágenes estaban colocadas detrás del escritorio de recepción en Cardamon County Resort. A la derecha el santo local.

Me explicaron que se trataba de un santo local, un santo de Kerala y me dijeron su nombre, el cual no entendí. Le pedí que me lo escribiera en mi libreta de notas y al momento de escribir esto me costó descifrar la letra y no me quedó más remedio que, por aproximaciones sucesivas, y con los datos que tenía, buscar el nombre en internet. Lo más parecido a lo que me escribieron fue una población, Parassala, pero no correspondía a ningún santo. 

Seguí buscando, esta vez le pregunté a internet por santos de Kerala y me enteré de un par de cosas muy interesantes. 

En primer lugar, que Kerala es la cuna del cristianismo en India y en segundo lugar que la llaman la “fabrica de santos”. A la fecha Kerala tiene 4 santos y 27 en fila para ser canonizados. Me quedé pensando “¿Qué habrá en Kerala que, de alguna manera, induce a la santidad? Me hubiera encantado tener tiempo para averiguarlo. Al mismo tiempo espero que no estemos hablando de santos mártires…  

Salimos del hotel y pasamos frente a la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes.  En la esquina se podía observar una imagen que impresionaba por su blancura. Era la Imagen de la Virgen con Jesús en los brazos.

María con su Hijo en brazos. Thekkady. Kerala

Nos esperaba un recorrido largo, 121 kilómetros que según Google nos iba a tomar poco mas de 3 horas. Apenas salimos Roger empezó a darnos una idea de lo que íbamos a encontrar en nuestro viaje.

Plantaciones de Te

Nos comentó Roger que íbamos a estar viendo plantaciones de té a lo largo de muchos kilómetros y que eso se le debía a los británicos. Antes de venir a la India, los británicos pasaron tiempo en China en donde se acostumbraron al té, planta que se había cultivado en ese país durante siglos. Cuando los británicos llegaron a la India, decidieron que debían cultivar té allí también. 

Buscaron áreas con condiciones similares a las de las plantaciones en China, ya que el té necesita ciertas condiciones de altitud, clima, humedad, etc. Cuando exploraban esta zona de Kerala, encontraron té salvaje que los pobladores locales consumían. Decidieron que ese era el lugar adecuado y allí empezaron las plantaciones. Nos explicó Roger que la mayoría de las gigantescas plantaciones de té que íbamos a ver, fueron iniciadas por los británicos.

Campos de té en Kerala. India.

Y realmente pudimos deleitarnos con kilómetros y kilómetros de plantaciones de té a lado y lado de la carretera. El paisaje era de colinas suaves cubiertas de una capa uniforme de un verde brillante. Las plantas no eran muy altas, me imagino que para facilitar la cosecha. 

En muchas áreas de las plantaciones había unos árboles altos sembrados entre las matas de té. Averigüé y encontré que se trata del roble plateado y su función es darles sombra a las matas de té. Para mi, tienen doble función, porque también le agrega belleza al paisaje. 

Roble plateado dando sombra a las matas de té.

Seguí averiguando y encontré muchas cosas interesantes con respecto al té y su cultivo

LO QUE APRENDI: La planta del té se llama Camelia Sinensis y tiene una vida económica de 100 años. Es un arbusto muy resistente que produce muchas ramas. Puede llegar a medir 3 metros o más, según la variedad, pero se le mantiene podada a un metro, una altura cómoda para la cosecha.

Las hojas de té se cosechan cada 7-14 días y se recogen en cestas que el cosechador lleva en la espalda. Cuando la cesta está llena se lleva a un centro colector donde se la pesa antes de llevarla a la fábrica para su procesamiento. Un colector hábil puede recoger entre 30 y 35 kilos de hojas por día, lo que alcanza para producir de 7,5 a 9 kilos de té procesado. 

India es el principal productor de té en el mundo, su producción alcanza 1 millardo de kilos al año. El 19% del té que se toma en el mundo se disfruta en India

Nos comentaron que es común que la producción de té se haga en cooperativas o en lo que llaman Tea Estates que son unas unidades que incluyen además de las siembras, la fábrica, escuelas, hospital, casas para la gerencia, lugares de devoción y casa de huéspedes. 

Hicimos una parada en medio de las plantaciones de té en un sitio llamado Idukki. Allí había una tienda pequeña que vendía té, me imagino que la tienda era parte del Tea Estate que nos rodeaba. La parada nos permitió acercarnos un poco a las matas de té y contemplar un hermoso templo que estaba justo del otro lado de la carretera. El aviso al pie de la colina donde estaba emplazado decía que era la Misión de los Hermanos Franciscanos. 

Misión de los Hermanos Franciscanos.Idukki. Kerala

Toda esta información sobre el té y volver a ver las fotos de las plantaciones me dio deseos de disfrutar una vez mas del producto final y me preparé una taza de té caliente. Lo hice de la manera tradicional, agregando una cucharadita de hojas de té a una taza de agua muy caliente. Lo dejé reposar por 3 minutos, no me gusta muy fuerte.  

Me tomé mi tiempo para disfrutar mi té, prácticamente lo convertí en una meditación.  Escogí una taza muy linda, de porcelana francesa que le compré hace muchos años a María, una amiga muy querida. Mientras esperaba que el té tomara cuerpo contemplé la taza, su forma elegante y delicada, el decorado, los colores, la superficie del té marcando un límite entre el líquido y el aire, y el humo que subía. 

Disfrutando de un delicioso té con taza de porcelana francesa Haviland sobre mantel de Ao Po´i de Paraguay

Regresé en mi mente a las imágenes de los campos de té y me puse a pensar en la cantidad de eventos y personas que estaban involucradas en esa taza de té, la tierra, el sol, la lluvia, el viento, manos, manos y más manos. Ojos observando, mentes aprendiendo, rostros sonriendo. Carretas, camiones, barcos o aviones. Depósitos, almacenes, … Me acordé de la frase de Thich Nhat Hanh “El universo entero puede ser visto en una flor”; en este caso en una hoja de té.

Empecé a disfrutar mi de té en medio del silencio y al percibir el aroma, la mente hizo una conexión instantánea con una reunión con amigas en Quito y aunque estaba sola, pude sentir la maravillosa emoción de compartir. 

Alargué el disfrute todo lo que pude y regresé a escribir este relato con una sensación muy agradable en el cuerpo, con una sonrisa en mis labios. Y sigo contando…                                                                                                                                                                                                                                             

Seguimos camino y por un rato estuve jugando con Google Maps, quería tener idea por donde íbamos. Me sorprendió ver la cantidad de iglesias y capillas que iban apareciendo en el mapa. San Pablo era muy popular, también las había dedicadas a San Juan, Santa María, San José, San Efrén, Santo Tomás, Sagrado Corazón, Santa Cruz, Virgen de Fátima y por supuesto San Antonio. También aparecieron señaladas algunas mezquitas y templos hindúes pero eran muy pocos comparados con el número de iglesias y capillas. India realmente es un país en donde la espiritualidad se hace presente en cada rincón.  

Plantaciones de Caucho

Poco a poco, fueron disminuyendo las plantaciones de té y empezaron a aparecer las de caucho. Se trataba de árboles altos, de tronco no muy grueso y no muy frondosos. Se podían apreciar en los troncos de los árboles unas grandes franjas negras que los atravesaban diagonalmente. Esas eran las “heridas” que se le hacen para recoger la savia o látex. Amarrados a los troncos, se veían pequeños recipientes, especies de tazas en donde se recogían el látex, una sustancia blancuzca, pegajosa.

Plantaciones de caucho. Kottayam. Kerala

LO QUE APRENDI: La recolección del látex, conocida como “tocado” comienza temprano en la mañana cuando la presión interna del árbol es mas alta. Un experto “toca” el árbol cada 20 segundos y se toca cada árbol cada dos o tres días. Hay que tener destreza para saber la profundidad del corte que se realiza en la corteza, ya que se hace muy cerca de la zona que garantiza el crecimiento del árbol.  

El caucho es originario de Centro América. En la India fue introducido por los británicos a fines del siglo XIX pero las primeras plantaciones comerciales empezaron en Kerala a principios del siglo XX. Hoy en día, India es el tercer productor mundial y el cuarto consumidor de caucho en el mundo. La producción de caucho en Kerala representa el 90% de la producción de la India. El caucho natural compite con el caucho derivado del petróleo y su precio depende de él.

Kumarakom Lake Resort

Finalmente llegamos a Kumarakom, la última parada de este viaje maravilloso. Según el programa, aquí empezaba la relajación total, tratamientos ayurvédicos, paseo en bote en el atardecer, paseo por los remansos, piscina…

Kumarakom Lake Resort. Kerala

Entramos al Kumarakom Lake Resort y todas quedamos encantadas con lo que vimos. El lugar era hermoso, súper amplio, con jardines que se incorporaban a los edificios y con una maravillosa vista del lago. Las construcciones exhibían techos de madera espectaculares que bajaban aproximándose al piso dándole al lugar una luz muy especial y suave. A mi me brindaron una sensación de protección muy agradable. 

Sharon y Renee disfrutando del lugar y de la refrescante agua de coco. Kumarakom. Kerala

Al llegar nos recibieron con agua de coco, en el propio coco y presentado en unas cestas muy lindas. Esperamos un rato en el lobby y nos dirigimos al restaurante, era la hora del almuerzo. 

Habíamos pasado la mañana viajando. Los paisajes que disfrutamos habían sido muy diferentes a los de los días anteriores. Las vistas de los campos de té fueron relajantes por la suavidad de los contornos y por los colores y las siembras de caucho, aunque con un verdor más discreto, también me encantaron. Fue una mañana muy especial que me motivó a seguir aprendiendo, esta vez sobre plantas y sus procesos. Me quedé con muchos deseos de investigar y conocer más y con imágenes muy lindas para recordar.

4 Pensamientos

  1. ¡Interesatísima tu nueva publicación! Como a tí me dejó muy intrigada la identidad del santo cuyo retrato colgaba en la pared del hotel. Por su vestimenta y ornamentos que usa (el báculo en su mano izquierda, la cruz que cuelga de su cuello hasta el pecho, la que porta en su mano derecha y la mitra oriental en su cabeza) deduzco que se trata de un Obispo. No es mártir, porque pintaron la palma del martirio en el cuadro, nos tocara investigar sobre «Obispos canonizados de Kerala, o de la India»… ¡Buen pasatiempo para esta cuarentena!
    ¡Gracias de nuevo por compartir tus vivencias!

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