India. 12 de febrero de 2020. Post 7
Me perdí unas cuantas cosas cuando en la mañana decidí no subir a Arunachala, la montaña sagrada, Estaba consciente de que era una oportunidad única, pero yo estaba cuidando mis rodillas para muchas otras oportunidades únicas que estaba segura iba a tener en este viaje.
Después de la Homam, la ceremonia del fuego que habíamos tenido en el resort en la mañana, nos habíamos dirigido a Arunachala, la montaña sagrada de Tiruvannamalai. Casi todas las compañeras de grupo subieron, creo que sólo nos quedamos abajo en el ashram Nieves y yo. Mi experiencia durante ese rato sin el grupo se las comenté en el blog anterior. Quienes subieron tuvieron la oportunidad de visitar la cueva Virupaksha, donde Ramana estuvo viviendo. Luego meditaron en una pequeña edificación que le hicieron construir al santo en la montaña.

Foto cortesía de Claudia
Esta cueva es un lugar especial desde hace cientos de años, allí han vivido otros santos. Para los efectos de nuestro viaje era importante porque Ramana vivió allí durante 17 años, desde 1899 hasta 1916. Se dice que, en estas cuevas, en las cuales han vivido distintos santos, y en las cuales se ha meditado tanto a lo largo de los siglos, se pueden sentir energías muy especiales. Para algunas personas hoy en día, esas energías son tan fuertes que impiden que la meditación sea muy larga.
Me contaron que el grupo meditó cerca de la cueva, en una pequeña edificación en donde vivía la madre de Ramana cuando se fue a acompañarlo en la montaña. Desde ese lugar se tiene una hermosa panorámica de la ciudad y se logra ver a lo lejos el gran templo con sus majestuosas torres.
Cuando regresaron al ashram pude escuchar los comentarios sobre los encuentros con los monos. A Renee le querían quitar la cartera, lo evitó Nancy dándole al mono con el teléfono en la cabeza… A alguien le robaron la botella de agua, y algo mas hicieron que no me acuerdo.

Tiruvannamalai
Recuperamos nuestros zapatos que habíamos dejado al cuidado del Shoe Keeper y nos fuimos al hotel a almorzar. Teníamos un gran plan para la tarde, la visita al Templo Sri Arunachala
Visita del Templo Arunachalesvara
Llegamos al templo al inicio de la tarde. Es impresionante, es majestuoso. es uno de los más grandes de la India. Ocupa un inmenso espacio definido por una gran muralla cuadrada y tiene en el medio de cada lado del cuadrado hermosas torres de forma piramidal. Cada torre es diferente, porque cada una corresponde a distintas épocas y distintas dinastías.

Aparte de las torres, el templo cuenta con muchos salones y santuarios dedicados a varias deidades asociadas con Lord Shiva. Algunos salones fueron hechos por la necesidad de tener un espacio donde acoger a los miles de devotos que asistían a las distintas festividades. Este es el caso del salón de las mil columnas, un espacio realmente hermoso.
LO QUE APRENDI: En el hinduismo no se cree en los números pares. Esto como una consecuencia de creer que Dios es único, sin par. Por consiguiente, cuando se dice Templo de las 1.000 columnas, nunca serán 1.000, si las contamos son 999 ó 1.001 columnas.
Shiva representa o contiene a los cinco elementos. Para honrar esta cualidad existen en la India los Pancha Bhoota Stalams, que son templos dedicados a una manifestación diferente, a un elemento diferente: tierra, agua, aire, cielo y el fuego. En el templo Arunachalesvara, se dice que Shiva se manifestó como una enorme columna de fuego, relato que les compartí en un blog anterior. Por consiguiente, este templo está asociado con el fuego y es el más importante de los cinco. Por la misma razón también está asociado con el chakra manipura,el plexo solar.
Nos comentó Jay, una mujer súper simpática que es la propietaria de la agencia de viajes y quien se unió al grupo en este tramo, que existe en el hinduismo el Libro de Arquitectura en donde están registradas y especificadas todas las proporciones con las que debe cumplir la construcción y diseño de cualquier templo hindú. Indica entre muchos detalles, dónde van los puntos de energía, donde debe ir Shiva, donde Ganesh, etc.
Tiruvannamalai, Tamil Nadu
Las paredes de las torres y de los edificios están todas adornadas con bajo relieves, los más antiguos más simples y los más nuevos presentan más volumen.
Como el pago extra (donativo) funciona en todas partes, tuvimos el privilegio de estar en primera fila en la puja dentro de la parte más sagrada del templo. Ese día habían muchos devotos porque según nos comentó Ragú esa era una época muy auspiciosa que trae cosas buenas para quienes veneran a Shiva.
Pasamos por una serie de salones y pasillos, dentro de la edificación donde se encuentra el altar principal. En algunos pasillos había lingas alineados unos tras otros. Cuando nos fuimos acercando al sanctum santorum, encontramos muchas barandas de cobre, obviamente dispuestas para organizar las grandes filas de devotos que se acercan cada día en las festividades.
LO QUE APRENDI: La parte más importante en un templo hindú es el garbagriha o sanctum santorum. Se trata de una habitación pequeña y oscura que semeja una cueva. Allí está la deidad principal. La mayoría de los templos en el sur de la India tienen una estructura que lo encierra y una especie de porche que lo precede. (1)
Finalmente llegamos al garbagriha y nos hicieron pasar en dos grupos, el espacio es muy pequeño. Nos sentamos y recibí el regaño del sacerdote pues por un momento puse mis piernas en dirección al linga, eso NO SE HACE. Obviamente allí no hubo fotos.
Mientras nosotros estábamos adentro en el garbagriha, los devotos pasaban afuera, detrás de una baranda. Realmente pudimos sentir el efecto del elemento que se “reconoce” en ese lugar, el fuego. Hacía un calor impresionante. Jay ha estado en los otros templos, los de los otros elementos, y nos comentó que en cada uno es inevitable sentir el elemento respectivo . Me dejó curiosa…
Aunque la parte más antigua del templo data del siglo IX, la gente ha estado viniendo a este sitio por motivos religiosos desde hace 3.000 años. Se considera que este es un suelo sagrado.

Sri Ramana, cuyo ashram visitamos el día anterior, vivió en un pequeño edificio de este templo cuando estaba en Samadhi. Su práctica lo llevaba a permanecer inmóvil, en meditación por horas y días y semanas. La gente que pasaba por allí no entendía lo que pasaba y lo molestaba tirándole piedras y otros objetos. Ramana simplemente los ignoraba. Después de 3 años decidió irse a la montaña. Visitamos ese lugar del templo.

Los tres elementos básicos de un templo son: El árbol del templo, el tanque del templo el ídolo del templo y para que una visita sea “válida”, hay que visitar estos tres lugares.
Paseamos bastante por las distintas zonas abiertas del templo contemplando la belleza de los santuarios y las torres. Disfrutando también de la variedad de sari de las mujeres de Tamil Nadu. De hecho, en Tamil Nadu todas las mujeres llevaban sari.
Algo que me llamó la atención desde que entré fue un enorme toro embadurnado de mantequilla o ghee. El toro es el vehículo de Shiva. Traté de averiguar sobre este ritual y hay muchas explicaciones. Digamos por los momentos que es una cuestión de mantenimiento de la humedad en la piedra.
LO QUE APRENDI: Cada dios tiene un vehículo y junto al dios representa la armonía entre el hombre, la bestia y lo divino. También forman parte de las ceremonias y adoraciones. El vehículo de Vishnu es Garuda, el pájaro mítico, también puede ser Sesha, la serpiente; el de Shiva es Nandi, el toro; el de Ganesh es el ratón.
Si bien las grandes torres son de piedra clara, sin pintura, hay pequeños edificios en el templo donde las miniaturas que los adornan están policromadas. Las figuras que decoran las paredes exteriores son dioses y diosas, animales y otros seres celestiales. Este es un estilo típico de Tamil Nadú.
Y no podían faltar los monos. Menos mal que decidieron quedarse en las partes altas de los edificios.
Nos tomamos esta bella foto del grupo, deambulamos un ratico mas y regresamos al autobús. Al lado del autobús nos encontramos una vaca amarrada a un automóvil y muy entretenida comiéndose las guirnaldas que lo adornaban. Así son ellas.

Regresamos al hotel y después de meditar en grupo cenamos y a descansar. El día siguiente también empezaba temprano, a las 6 de la mañana estaba programada una caminata alrededor de la montaña sagrada.
Fue un día en el que tuve la fortuna de poder observar un sin fin de imágenes totalmente inéditas y de vivir experiencias diferentes, de principio a fin. Lo disfruté inmensamente, me permitió sorprenderme, aprender y vivir cosas nuevas, en un ambiente lleno de armonía, respeto y con una gran carga espiritual.
Me dormí feliz.
(1) Temples of South India. Salim Pushpanath
Excelente relato, una maravilla. Gracias por ir y contarlo, con las fotos y la excelente narración, uno prácticamente lo vive.
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¡Gracias! Me alegra que te guste. Disfruto inmensamente recordando y narrando las experiencias.
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